El buscar entre los estantes en tiendas de segunda mano ha sido durante mucho tiempo un deporte para los amantes de la moda, pero para muchas personas, comprar ropa o joyas de segunda mano no era una opción.

Esta tendencia empezó a cambiar hace unos años y ahora son muchos los que que auguran que el futuro de la moda está se encuentra en piezas del pasado.

La industria de la moda no ha escapado de esta tendencia. El «re-comercio», que solía considerarse una amenaza para la identidad de las marcas de lujo, ahora se traduce en sostenibilidad, compromiso medioambiental y social. Este hecho se une a una tendencia creciente a valorar el trabajo artesanal y la manera en que se hacían las cosas antes (tanto a nivel de prendas de ropa como de joyas.

Además, las nuevas generaciones de ‘millennials’ y la «generación Z» le dan mucha importancia a tener un estilo único y al compromiso con el medioambiente. Este hecho ha propiciado que la moda vintage sea una tendencia al alza.

En concreto, según datos del Informe de reventa de ThredUp 2019, el mercado de ropa de segunda mano ha crecido, en los últimos 3 años, 21 veces más rápido que la venta del fast-fashion y está en camino de ser superior a la de la moda rápida para el año 2028.

Otro dato interesante del informe de ThredUp es que «el 51% de los consumidores dijo que esperaba gastar más en productos de segunda mano en los próximos cinco años. Así no es de extrañar que el mercado de segunda mano se está convirtiendo en un fenómeno global que se espera que crezca un 127 % para 2026

Las joyas no escapan de esta tendencia y cada vez son más las personas que se plantean como primera opción acudir a joyerías especializadas en la venta de joyas de segunda mano.