Una joya es un regalo para toda la vida. Y que se disfruta tanto cuando se recibe que como cuando se lleva puesto. Pero también cuando años después de dejar de usarla se encuentra dentro de un cajón y te retrotrae años atrás, justo a la época en la que te la regalaron.

Porque una joya es un objeto que tiene un valor mucho más allá de lo intrínseco. Porque una joya es lo que uno quiere que sea. Porque pocos objetos pueden tener una carga de significado tan profunda como lo tiene uno de estos complementos.

Visto así es posible hacer una distinción entre las joyas y su simbolismo según las diferentes etapas de la vida.

Joyas de nacimiento

Los pendientes, alfileres o pulseras de bebé son las joyas más habituales que se le pueden regalar a un recién nacido. Es una manera de darles la bienvenida al mundo. Pero es, además, un regalo con un simbolismo por hacer.

Y es que todas estas joyas adquieren valor sentimental con el paso del tiempo. ¿Te imaginas que puede sentir una persona adulta cuando se encuentre la pulsera de bebé que le regalaron sus abuelos el día que nació?

Joyas de la primera comunión

Pocos días más especiales existen en la vida de un niño que el de la primera comunión. Porque es la primera vez en la que se tiene plena consciencia de haber llegado a la primera etapa vital de importancia de todas las que están por venir.

Una de las tradiciones de este día tan importante es el de regalar una joya al niño. Generalmente una cruz, que más allá de ser un símbolo religioso, simboliza también el primer hito importante en su vida.

Cumpleaños

Cada vez que se cumplen años, irremediablemente uno se hace más mayor. Pero eso también es sinónimo de experiencia y sabiduría. Por eso, estos aniversarios son motivos de celebración: es importante celebrar la vida. Y para ello nada mejor que regalar una joya, porque son objetos que tienen un simbolismo vital más importante.

Porque las joyas son objetos atemporales que tienen vida ilimitada. Y que cuando se regalan por cumpleaños, tratan de transmitir ese concepto a quien lo recibe.

Por eso es tan habitual regalar por estos aniversarios pendientes, collares, colgantes o cualquier otro tipo de joya.

Anillos de compromiso

El amor es algo intangible. Pero si hay algo que de verdad pueda captar la esencia de lo vínculos que se crean en una pareja, es decir, del amor que surge entre dos personas que hayan decidido ser compañeros de vida, eso es precisamente una joya.

Porque el brillo que una joya desprende no solo sirve para atrapas las miradas. También puede servir para simbolizar el amor.

El rubí, los diamantes, el zafiro… Dejan de ser solo unas piedras preciosas para ser también la prueba de la unión para siempre de dos personas.

Las joyas se utilizan, a veces, para ahorrar palabras y frases tales como te quiero. Y no solo se pueden regalar en bodas o para forjar un compromiso. Si no también para recordar el compromiso. Es decir, las joyas como regalo en unas bodas de plata o en unas bodas de oro.

Y como hay muchos tipos de amor, existen muchos tipos de joyas que regalar. Uno de los significados más habituales que se le suele dar está ligado a un momento de la vida específico.

Anillos, pulseras, colgantes, pendientes… Cualquier tipo de joya sirve para simbolizar el amor. Pero también cualquier época de la vida.