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Tastemaker: toda tendencia tiene un origen

¿Alguna vez te has preguntado por qué las tendencias del mundo de la moda, el arte o la cultura en general son las que son? ¿De dónde crees que viene la idea de que durante un periodo concreto es importante llevar un determinado tipo de artículo para ir a la última? ¿O alguna vez te has preguntado de dónde surgen las ideas más vanguardistas en cuanto a diseño de joyas?

En resumen, ¿por qué algo es cool o no lo es? ¿Y si lo es por qué deja de serlo después de un tiempo?

Si siempre has pensado que la cultura ha brotado por arte de magia o de manera espontánea no te falta parte de razón. Pero solo en una parte muy pequeña. Porque la mayor parte de las ideas que dictaminan lo que es tendencia y lo que no, proviene de un selecto grupo de personas. Es decir, de los llamados tastemakers.

O lo que es lo mismo, creadores de tendencias.

¿De qué se encarga un tastemaker?

La cultura popular es una especie de ente con vida propia. Es cambiante y evolutivo. Y hasta a veces se podría decir que involutivo. Porque en alguna la ocasión esta cultura popular ha retrocedido en el tiempo para rescatar ciertos elementos del pasado para traerlos de vuelta al presente. Por ejemplo, centrándolo en el mundo de la moda, ¿te has dado cuenta de que los denim rotos han vuelto a ser tendencia tras varios años en el olvido?

Todas estas decisiones, en gran medida, provienen de un tastemaker, que es una figura que destaca por tener un criterio propio

Pero sobre todo destaca por tener una mirada muy profunda y limpia que le permite observar el entorno para anticiparse y saber hacia dónde se dirige la cultura popular.

Y por cultura popular entendemos no solo joyas (que es el tema que nos interesa), sino cine, moda, música, pintura… Son muchos los sectores que demandan esta figura. Piensa que su presencia puede predecir hacia donde se dirige esta cultura popular. Y sobre todo ten en cuenta que hay mucho dinero en juego…

En cualquier caso el tastemaker es una figura que recolecta información, estudia el mercado, el sector, las personas y la evolución de la cultura en el sector. Mete toda esa información en la coctelera (su cerebro), le aplica unas gotas de criterio propio e intuición a partes iguales y dice que hay que diseñar esto, aquello o lo otro. Porque es lo que la gente va a demandar.

Y listo, tendencia creada.

¿Un tastemaker nace o se hace?

Las profesiones creativas levantan pasiones y admiración en muchas personas. Sobre todo entre los que tienen una profesión que impliquen tareas más rutinarias y monótonas. Tanto que hay veces en las que desde fuera da la sensación de que las personas creativas tienen un poder especial que les permite hacer ciertos trabajos.

Sin embargo, como detrás de cada profesión, lo más importante en un primer momento es aprender la cultura del esfuerzo y poner pasión en aquello que se haga. Y por supuesto también, aprender las reglas del oficio.

Pero sí es verdad que solo unos cuantos son capaces de llegar lo más lejos posible en sus carreras creativas. Y en esa cima se sitúan los tastemakers.

Así que, en realidad, el primer paso para intentar ser tastemaker es aprender las reglas del oficio, aprender a mirar. Y una vez aprendidas esas reglas, es el momento de romperlas y transgredirlas. Solo así se podrá dictaminar lo que será tendencia y lo que no.

Cómo ser un tastemaker

Si estás interesado en saber más aspectos sobre esta profesión hay un libro de la editorial Gestalten que seguro te interesará. Se llama How to be a tastemaker, y sus páginas están llenas de miradas que, tal y como te hemos contado, son justo la materia prima de esta profesión.

Pero además, estas miradas tienen una perspectiva que van más allá de lo profesional para ahondar en lo humano. En ellas también se recogen aspectos de la vida interior de algunos de ellos.

 Se trata de una recopilación de perfiles de varios de los tastemakers más influyentes del mundo como Laila Gahar, Raven Smith o Luke Edward Hall en los que, además de explicar aspectos y detalles de su vida personal, también cuentan cómo han llegado a donde han llegado.  

Pero más valioso aún, explican cuáles han sido sus fuentes de inspiración para desarrollar esa mirada y creatividad.

Los tastemakers de la joyería a nivel mundial

Grandes firmas de las joyerías más importantes del sector, como Tiffany and Co. y Cartier están en estrecho contacto con varios de los tastemakers más importantes de la actualidad y trabajan codo con codo con ellos.

Ahí va un ejemplo de cómo se ha dado forma a las nuevas tendencias de muchas de las joyas que se han diseñado en los últimos tiempos. Y es que como de sobra sabrás, los últimos tiempos han estado marcado por la necesidad de escapismo debido a la crisis sanitaria a nivel mundial. Así lo han detectado muchos creadores de tendencias. Y toda esa vinculación emocional se está empezando a reflejar en las nuevas colecciones de joyas que están saliendo al mercado.

Es decir, las joyas de la nueva temporada son coloridas y de grandes tamaños. Llaman la atención de manera intencionada para que al verla, no se piense en nada más que en la joya en sí. En cierto sentido, apreciarlas es una forma de evasión.

Es decir, el contexto de crisis sanitaria ha provocado que se huya de los diseños minimalistas que gracias a los gustos de la generación milennial venían reinando desde hace unos años para dar paso a esta nueva tendencia.

¿Comprendes ahora que toda tendencia tiene un origen?

Tastemaker: toda tendencia tiene un origen